Si la prevención se considera un pilar bÔsico en la lucha contra las enfermedades que afectan a la Humanidad, cuando se habla de enfermedades de transmisión sexual, el aspecto preventivo alcanza una notoriedad sin fisuras, pues si bien al comienzo de la era antibiótica se concibieron alegres esperanzas, respecto de la fÔcil curación de éstas, hoy se ha agravado el panorama, y no todas las E.T.S. ni mucho menos, son causadas por bacilos o agentes sensibles a ningún antibiótico.
Aspectos Preventivos
Un gran nĆŗmero de ellas son originadas por virus, y aunque el caso mas llamativo es el del SIDA, por su prevalencia (nĆŗmero de casos) actual, y sus connotaciones económicas y sociales, otros agentes vĆricos, tales como el Herpesvirus o el Condiloma Acuminado, tienen tambiĆ©n un virus como agente responsable, lo que condiciona que el tratamiento sea pobre y dificultoso.
Autoprotección
Se señala la auto-protección como un paso adelante en la iniciativa propia, frente a las campañas oficiales. Esto significa pues, una actitud personal de responsabilidad para evitar el contagio, con las medidas señaladas a continuación, las únicas posibles por el momento.
Preservativo (Condón)
Proviene del siglo XVIII, aunque parece que tiene sus antecedentes en un antiguo papiro egipcio, que ya hablaba de esta forma de protección. Originalmente, el condón fue usado como un remedio contra la enfermedad de transmisión sexual, y sólo mas adelante se concibió como mĆ©todo anticonceptivo, siendo hoy uno de los mas usados.Ā Su condición de mĆ©todo de barrera, lo hace idóneo para ambos fines, pudiĆ©ndose definir como “protección contra todo”, y es especialmente indicado en la prevención del SIDA y el Herpes, ya que los tratamientos actuales no son eficaces.
No cabe duda de que la aparición del SIDA a propiciado el protagonismo del condón, aunque es preciso seƱalar que, las campaƱas de diversos paĆses, y la labor de los educadores, se ve entorpecida por la terca e incomprensible actitud de la Iglesia Católica, con respecto al uso del condón. Parece de sentido comĆŗn, que ante afecciones tan graves y de tan alta prevalencia como el SIDA, la gente se proteja, independientemente de sus creencias o confesiones religiosas.
Otros contraceptivos de Barrera
Se incluyen tambiĆ©n dentro de esta categorĆa, el diafragma y los preparados intravaginales en forma de crema y óvulos.Ā Como su nombre indica, estos mĆ©todos obstaculizan la penetración de espermatozoides en vagina, y por lo tanto de otros gĆ©rmenes, cualesquiera que sean.
El diafragma ha demostrado en diversos estudios, una óptima protección frente a E T S, aunque el Ć©xito de este mĆ©todo, al depender en cierta medida de la habilidad de la usuaria, muestra en tĆ©rminos generales, mayor Ćndice de fallos que el condón. Para que su uso sea un mĆ©todo fiable, se aconseja que un profesional adiestre a la mujer usuaria, para asegurar, tanto una correcta colocación, como una medida del diafragma adecuada a cada mujer.
La toma de medidas es importante, ya que si es pequeño o grande, con respecto del cervix uterino, no va a cumplir su función.
En cuanto a los óvulos y tabletas vaginales, a base de cloruro de benzalcomio, se concibieron como método anticonceptivo, pero se ha observado que su acción espermicida, va acompañada de una acción bactericida, y son preventivos contra algunos contagios infecciosos. Son eficaces para detener la gonorrea y las espiroquetas, sin embargo no parecen tener acción alguna sobre los virus.
Tanto los óvulos, como las cremas, se consideran mĆ©todos de barrera por unos autores y mĆ©todos quĆmicos por otro, pues si bien su categorĆa es quĆmica, en cuanto que son espermicidas y bactericidas, unen a ello la barrera que supone el volumen del preparado.
Medidas Locales
Hay poco que decir al respecto, pues son prĆ”cticamente inexistentes. No obstante, y ante una sospecha de contagio, sin nada mĆ”s efectivo a mano, se aconseja en el varón, orinar inmediatamente despuĆ©s del acto sexual, y en la mujer irrigaciones vaginales, con agua potable, tras el coito. Ambas medidas tiene su fundamento en el āarrastreā de gĆ©rmenes hacia el exterior.


Consideraciones PrÔcticas
Como ha quedado reflejado, actualmente el preservativo o condón se revela como el mas seguro de los métodos de prevención, ante la presencia de gérmenes infecciosos, si bien, es preciso tener en cuanta otras consideraciones de interés:
Recurrencias: En las E.T.S., son muy comunes las reinfecciones o recurrencias, y aunque en principio los tratamientos, hecha salvedad de los virus, son eficaces, muchas veces no se obtiene el éxito deseado. Generalmente esto ocurre por que el tratamiento se abandona antes de tiempo, o bien porque la pareja no ha sido tratada, sobreviniendo entonces una reinfección. Otro aspecto importante en cuanto a las recurrencias viene determinado por el actual abuso de antibióticos, lo que favorece que los gérmenes se hagan resistentes, dificultando la eficacia de los tratamientos.
Diagnóstico: Este debe ser lo mas precoz posible, consultando al menor signo de alarma.
Uso de los mƩtodos:
Es importante que, una vez elegido el mĆ©todo de protección, este se use adecuadamente, y en gran parte, de ello va a depender el que haga o no su papel. No sirve de mucho un preservativo en el bolso, o un diafragma mal colocado. Aunque esto parece una evidencia,Ā estudios sobre distintos mĆ©todos, han seƱalado que una no despreciable causa de fallos, se debe al uso inadecuado o tardĆo. Esto ocurre sobretodo en la población mas joven, que tiende a minimizar los riesgos, de lo que se desprende que una vez mas, la educación en la responsabilidad de su propia salud, es vital.
Situaciones de riesgo:
Si lo mas oportuno parece evitarlas, ello no siempre es posible, de manera que es interesante acostumbrar a los mas jóvenes en el sentido de la responsabilidad, tanto de la enfermedad que pueden sufrir, como la que pueden originar en otras personas, insistiendo en la importancia de su propia protección.
Actitud social: Aunque cada vez menos, todavĆa se observa en la población mundial, sentimientos de pudor a la hora de consultar el padecimiento de este tipo de infecciones, lo que no hace mas que retrasar el tratamiento por un lado, y por otro facilitar la propagación del germen.
Conclusión
En muchas ocasiones, y desde luego en todos los foros que tratan la prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual, se ha considerado la abstinencia sexual, como un medio de prevención . Obviamente esto es asĆ, pero la “medida”, cuanto menos, parece poco realista, y desde luego, serĆa origen de un sin fin de problemas derivados de ella. Es cierto que ante población de parejas estables, las E. T. S. disminuyen notablemente, pero esto no puede considerarse una medida preventiva como tal, sino un estilo de vida, una opción personal. Ante la diversidad de los usos y costumbres del planeta, las mas fĆ”ciles relaciones Ćntimas entre las personas, la promiscuidad, y el movimiento migratorio universal, lo mĆ”s recomendable es protegerse con los medios al alcance y que no interfieren otros aspectos de nuestra vida.
Fuente;
Rosario Cutillas
Especialista en GinecologĆa y Obstetricia (Matrona) por la escuela de Santa Cristina de Madrid (Universidad Complutense).