Las enfermedades de transmisión sexual
Es importante señalar que existen algunas enfermedades bien delimitadas y que se encuentran en el aparato genital, es decir que afectan directamente en el caso de los hombres a la uretra masculina y al pene y en el caso de las mujeres a la uretra femenina y a la vagina. Hay otras enfermedades, mucho mas generalizadas, que pueden afectar a todo el organismo.
Actualmente, después de haber logrado la identificación de las ETS como enfermedades de origen infeccioso, y la utilización de los antibióticos en su cura, se ha logrado cortar gran parte del ciclo de las mismas. Sin embargo, existe una variedad de enfermedades en correspondencia con las conductas sexuales existentes.


Disminuir el riesgo de transmisión
En cuanto a conductas sexuales -me refiero al número de parejas que puede tener una persona-, y el medio en el que se desenvuelven estas relaciones, sigue existiendo el riesgo de contagio de las enfermedades. A pesar de que estas ETS podrían ser controladas, hoy siguen existiendo porque las personas no toman las medidas necesarias para disminuir el riesgo de transmisión.
Una de estas enfermedades es la sífilis, con una densa historia en la medicina. Se trata de una enfermedad bacteriana producida por transmisión sexual que tiene varias etapas. Una de ellas es la afección que hace principalmente del aparato genital, ya sea masculino o femenino. Cuando no se reconoce la enfermedad en esta etapa, pueden transcurrir hacia etapas secundarias y terciarias que pueden ser devastadoras en la persona.
Estas últimas etapas son las que probablemente a través de la historia de la medicina han dado más que hablar y que hacer. Por ejemplo, la sífilis puede llegar a afectar en una etapa muy tardía, el corazón, el sistema nervioso o diversos órganos con una serie de abscesos conocidos como goma sifilíticos.
Esto es tan cierto que en la historia de la medicina uno reconoce la existencia de la sífilis en el diagnóstico diferencial de una serie de enfermedades neurológicas o enfermedades cardíacas. Actualmente, al tener la disponibilidad de antibióticos, es más difícil que se llegue a las etapas secundarias y terciarias de las enfermedades de transmisión sexual, pero no por eso ha dejado de disminuir la incidencia de estas infecciones.
Sean heterosexuales, bisexuales u homosexuales
Yo me atrevería a decir que probablemente algunas enfermedades de transmisión sexual, en algunos países, han incrementado después de existir un periodo de disminución. Lo que quiero decir con esto es que con el auge del VIH y del SIDA -recibiendo la población homosexual advertencias de tomar medidas profilácticas- el grupo de personas con riesgo de coger esas enfermedades disminuyó notablemente, al cambiar sus conductas sexuales. De esta forma disminuye la incidencia del VIH. Sin embargo, otros grupos, sean heterosexuales, bisexuales u homosexuales no tomaron muy en cuenta las medidas de prevención y fueron aumentando las enfermedades de transmisión sexual, y no necesariamente el VIH.
Por otro lado, las personas con VIH se sintieron tan seguras con los medicamentos anti retrovirales que empezaron a manifestar la no necesidad de cuidarse demasiado al tomar los medicamentos.
Estas personas piensan que no se van a volver a infectar al estar ya infectadas, pero lo que suele ocurrir es que ya no se infectan con el VIH porque ya lo tienen, pero adquieren otras enfermedades de transmisión sexual.
Para resumir, yo diría que la incidencia de las enfermedades de transmisión sexual ha sido cíclica a lo largo de toda la historia de la medicina. Disminuyó con la llegada de los antibióticos y más tarde con la llegada del SIDA. Pero actualmente se están volviendo a ver con cierta frecuencia, lo que podría llevarnos a la conclusión de que se están retomando ciertas conductas sexuales, más liberales, que han aumentado el número de enfermedades de transmisión sexual.
Fuente; Ricardo Rabagliatti, infectólogo del hospital clínico de la Universidad Católica de Chile.