la gripe H1N1
Los científicos están divididos acerca de la eficacia del antiviral Tamiflu. Según algunos, es el arma más eficaz para combatir la gripe H1N1, mientras otros sostienen que no se ha demostrado su eficacia.
El epidemiólogo Luc Bonneux, del Instituto Holandés Interdisciplinario de Demografía, opina que se ha investigado muy poco sobre los efectos del Tamiflu. Según Bonneux no existen pruebas de que el antiviral ayude a prevenir las complicaciones derivadas de la gripe H1N1. Por su parte, Jaap van Dissel, del Centro Médico de la Universidad de Leiden, está convencido de la eficacia del medicamento.
Bonneux desconfía especialmente de los así llamados estudios científicos. En un artículo para la Revista Holandesa de Medicina, Bonneux señala que uno de los estudios más citados sobre las bondades del elemento oseltamivir, que es parte de Tamiflu, fue realizado y financiado por el fabricante de medicinas suizo Roche, el mismo que puso el Tamiflu en el mercado.
Desconfianza
En opinión del epidemiólogo belga, la investigación sobre la eficacia del antiviral merece reparos. Bonneux desconfía, por ejemplo, de las pruebas hechas en personas por el fabricante Roche. El fabricante habría sacado conclusiones prematuras, favorables a su propósito de vender el producto.
Bonneux propone que se hagan estudios más amplios y precisos para determinar la efectividad de Tamiflu. Además, en los pacientes contagiados con el virus rara vez se observan complicaciones como pulmonía, y mucho menos en personas que corren riesgo de contagio. Por lo mismo, el tratamiento es innecesario.
Investigación compleja
El profesor Jaap van Dissel, catedrático en enfermedades infeccionas en el Centro Médico de la Universidad de Leiden, y miembro del Consejo de Salud de Holanda, opina que “los estudios sobre la eficacia del Tamiflu no son nada fáciles”. Se trabaja sobre dos grupos de personas que han contraído la gripe. Sólo uno de ellos recibe la medicina, y de los resultados de la prueba se puede deducir si el medicamento es o no útil.
Ésta es la situación ideal. “Pero los síntomas de gripe no siempre significan que el paciente esté realmente contagiado. Y si una persona del grupo de prueba no tiene gripe, obviamente el Tamiflu no surtirá ningún efecto,” concluye Van Dissel.
Según el catedrático de Leiden, en la actual situación de pandemia el Tamiflu es un medicamento fiable. “El 80 por ciento de las personas que rodee a un paciente con gripe H1N1 estará protegido con este remedio. Mejor aún si lo toman de inmediato. Mientras más rápido, mejor”.
Conmoción
Ésta no es la primera vez que el epidemiólogo Bonneux pone en duda los efectos del Tamiflu. En un artículo publicado en la revista belga De Tijd, el experto ya había dicho que el antiviral, utilizado contra una gripe de intensidad media como es la H1N1, sólo beneficia a los fabricantes del producto.
La prueba de que el Tamiflu puede retrasar un día o dos la epidemia sólo se puede encontrar en “el mundo virtual de un oscuro modelo computacional,” afirmaba irónicamente Bonneux.
Las opiniones del epidemiólogo han causado conmoción y su teléfono no ha dejado de sonar. Bonneux se muestra sorprendido, pues, a su juicio, no dijo nada nuevo. Cuando en Estados Unidos la Administración Americana de Drogas y Alimentos, FAD, dio su visto bueno al Tamiflu, en 1999, expresó sus dudas sobre su efectividad.
Según la FDA, no estaban demostrados los efectos del antiviral en personas con fallas en su sistema inmunológico o graves enfermedades al corazón o vasculares.
Bonneux agrega otras consideraciones: el Tamiflu es costoso; para proteger a un círculo del contagio debe ser utilizado por un número relativamente amplio de personas mientras que ofrece reducida protección.
En opinión de Bonneux, “una dosis preventiva de antibióticos es mucho más eficaz. Las complicaciones derivadas de la gripe son más importantes que la enfermedad misma. Una pulmonía se puede tratar muy bien con antibióticos, mientras que en este caso el Tamiflu es inútil”. Sin embargo, el epidemiólogo no descarta que el antiviral sea adecuado para grupos de riesgo como ancianos o enfermos crónicos.
Fuente:Willemien Groot